Fuera de Cancha

Tocando el Cielo: Los 50s Chilenos

February 12, 2024 | 5 Minute Read

Hacer menos de 60 golpes en 18 hoyos de golf es una rareza. Pero no todas las vueltas en los 50s son iguales. La semana pasada tuvimos a tres ídolos locales haciendo hazañas internacionales con una vuelta de 57 y dos de 59. ¿Qué tan buenas fueron estas proezas?

- Foto por Pelota Pasto

Cristóbal Del Solar con un 57 en el Korn Ferry Tour, Joaquín Niemann con un 59 en el LIV de Mayakoba, y Matías Domínguez con un 59 en la clasificación del PGTI. Usted podrá pensar que un 57 es mejor que un 59. Pero esta cosa no es tan sencilla porque hay canchas fáciles y hay otras difíciles, se puede jugar contra los mejores jugadores del mundo, y contra hándicaps de dos cifras. Para saber qué tan buena es una vuelta hay que compararla con el promedio de las vueltas de todos los otros jugadores del torneo, ajustando por la calidad de los jugadores. Es muy distinto hacer 59 cuando todo el resto de los jugadores hizo 70 de promedio que cuando hicieron 63. En el primero de los casos la vuelta de 59 es de +11 strokes gained y en el segundo caso de +4 strokes gained.

Por suerte habemus datos de las mejores vueltas de golf en los últimos 20 años en el PGA Tour, LIV, DP World Tour, y Korn Ferry Tour. La mejor vuelta en estas dos décadas sigue siendo hace un buen rato el 59 de Jim Furyk en el BMW Championship del 2013, con +13.1 strokes gained. O sea, ese día que Furyk hizo 59 los jugadores hicieron en promedio 72. Esa vuelta es incluso mejor que su aclamado 58 en el Travelers del 2016, que es de +10.9 strokes gained. O sea, estaba más fácil la cancha del Travelers el 2016 que la del BMW Championship el 2013, y además el field del BMW era harto mejor.

¿Dónde caen las weltas de los ídolos nacionales en el ranking de las mejores vueltas de los últimos 20 años? La de Joaquín es realmente impresionante y se posiciona en el 3er lugar con +11.7 strokes gained. De hecho, solo hay 7 vueltas con más de +11 strokes gained, una verdadera rareza golfística. No hay ninguna otra vuelta jugada en el LIV dentro de las mejores 200 vueltas de los últimos 20 años. Para eso hay que tener una vuelta con al menos +9 strokes gained. La 2da mejor vuelta del LIV es la de Talor Gooch en Bedminster 2022 (+8.65), y la 3era el 58 de Bryson en el Greenbrier (+8.61).

Tiger, más conocido por su regularidad que por sus vueltas escandalosamente bajas, aparece recién en el 9no lugar de las últimas dos décadas con su 61 en el WGC-Bridgestone del 2013 (+10.9). Dentro de los jugadores actualmente activos en el top 10 encontramos a Scheffler (+11.2), al reciente ganador del Phoenix Open Nick Taylor (+11.0), y el 60 de Bryson en el BMW Championship del 2021 (+10.9). Los que siguen a Joaco desde hace años no se van a sorprender con su habilidad para hacer scores muy bajos, pero estos números lo confirman y ponen en perspectiva.

La impresionante vuelta de 57 de Cristóbal del Solar es histórica por ser el menor número de golpes registrado en 18 hoyos en todos los campeonatos administrados por el PGA Tour. Si transformamos el score a strokes gained la vuelta pierde harto valor, ya que “solo” fue de +8.12 strokes gained, la que la pone en un tímido lugar 43 de las mejores vueltas del Korn Ferry Tour y fuera de las mejores 200 vueltas desde el 2004. En el Korn Ferry las mejores vueltas siguen siendo el 60 de Chris Couch el 2005 (+10.2) y el 58 de Stephen Jaeger el 2016 (+10.0). Esta métrica de strokes gained es de hecho una medida refinada que ajusta por la calidad del field, y es ahí donde la vuelta del viñamarino pasa de +9.6 a +8.1 strokes gained, poniendo en evidencia la baja calidad de los competidores cuando se le compara a torneos del PGA Tour. Pero los que saben de golf saben que en una vuelta de 57 hay algo que ninguna medida captura, la mente de perro salvaje que hay que tener para hacer un swing en los últimos hoyos sabiendo que hay una vuelta sub-59 en juego. Y esa es una señal de talento y grandeza.

El 59 del Mati Domínguez es la más difícil de comparar porque fue en la qualy de un tour poco conocido. Ese día, los jugadores hicieron un promedio de 75 golpes, lo que hace que la vuelta del Mati sea de +16.0 strokes gained. Pero claro, la calidad de los jugadores es bastante menor que la del PGA Tour y Korn Ferry. ¿Cuánto menor? Es difícil saber sin tener muchos datos de jugadores de esos tours en el PGTI. Usando datos del Abierto de Chile sabemos que Mati tiene -2.0 strokes gained con respecto a Joaco y Mito. Y Mati hizo 68 el primer dia, ganándole al field solo por 7 golpes, o sea un promedio de 64 en dos días. Tomando solo esos datos es razonable estimar que Joaco o Mito hubiesen hecho alrededor de 62-63 promedio en esa cancha. Un jugador promedio del PGA Tour algo así como 63-64. O sea, el 59 del Mati es probablemente de unos +5-6 strokes gained, o +7-8 strokes gained si estaba jugando particularmente bien.

Sean cuales sean los números, muy difícilmente tendremos otra semana en la cual 3 ídolos locales hagan vueltas sub-60 en torneos internacionales. Y todo se celebra. Absolutamente todo. Hay luz al final del túnel. Empiezo a creer.

Atentamente,

Ingenieros de Wuhan