Bien Merecidas Las Moneas
Cuando desperté este martes después de la celebración del triunfo en Marbella del GMB, me puse a pensar en toda la gallada que anda ganando sus pesitos en el golf y cuánto se ha profesionalizado la organización de los campeonatos. Abra una latita de pílsener y lo invito a leer mis observaciones luego de andar en terreno.
- Foto por Pelota Pasto
Técnicamente hablando, hallo que los abiertos de golf en Chile son mucho más choris hoy que hacen años atrás. La organización de campeonatos es mucho más profesional y usted puede ver a grandes figuras aficionadas y profesionales que hoy se ganan sus pesitos trabajando para el deporte. Es más, la llegada de cabras secas a puestos directivos y ejecutivos le ha puesto todo lo que es modernidad al golf chileno. Ya es 2024, partner.
Un ejemplo de pololitos que se hacen en los campeonatos son los cabros del Onlyfans, que llevan los resultados, inscripciones, salidas y cuanto cacho le sacan al comité de golf de turno. Incluso, en algunos abiertos, le chantan una tele a color inmensa -la más grande que he visto- con los resultados proyectados con rayos láseres y tecnología inalámbrica, según me contó un eléctrico que en veces se va a hacer unas peguitas en La Dehesa. Se ponen en una carpita azul llena de aparatos, como si fueran de la NASA, y desde ahí procesan toda la información de los scores que llega en segundos a su teléfono móvil celular. Son unos hackers profesionales, es como estar en Black Mirror.
Bueno sería, eso sí, que los del Onlyfans metieran en sus presupuestos una maquinita de schop para prevenir la deshidratación y depresión de sus funcionarios en la carpa. Los pobres cabros tienen que escuchar a cada “hándicap +1” chamullento tratando de convencerlos de porqué pegaron 96 y bla, bla, bla. El Onlyfans debe velar por la salud mental de sus trabajadores, a pesar de que lo han hecho bien con la alimentación, en todo caso. Siempre veo a uno que le dicen “El Mono” que, no le miento partner, debe zamparse unos 3 ó 4 churrascos italiano por día de torneo y debe ser por eso funciona tan bien. Es la verdadera placa madre del Onlyfans. Estoy seguro de que debe ser el dueño de la empresa, porque se ve que es el que la lleva.
Otro que se anda haciendo unos pesitos en el golf es un ídolo de todos los tiempos: el Mackenzie Golf. ¡Putas que le pegaba derechito ese cabro! Si usted lo vio jugar, recordará cómo el Mackenzie Golf le sacaba bostezando las pelotas con un drive casi desde el piso en los tee de salidas, ¡que jugadorazo! Ahora, junto al Benja -que es el que salía en la tele a color con el Nico Geyger- se hacen las monedas llevando el control de toda el área deportiva de la competencia. Y qué quiere que le diga partner, quién con más y mejores galvanos para esto que el Mackenzie Golf.
También creo que es él el que organiza a todas las marcas que van a los abiertos con sus kermeses a ponerse donde se junta la gallada cuando termina de jugar. El Mackenzie Golf, siempre tiene todo limpio y ordenadito, como era su juego del golf. Eso sí, le recomiendo a la productora dos cositas que explico a continuación, partner. Primero, no podemos estar sirviéndolos mojitos a las finales del día, ¡qué es esa siutiquería! ¡una cochinada! Se debe orientar a las marcas a que en el golf se usa lo tradicional: combinado nacional, pichanga y huevos duros. De regalo: un canasto con víveres, como chorizo parrillero, arrollado de malaya y un par de buenas bolsas de vino. Agregue una chupalla para el sol. Baratito para su presupuesto, sencillo y distinguido, y la empresa dejará grabada de manera imborrable su imagen en el golf chileno. Hágame caso nomás, me lo agradece después con una pílsener.
Lo segundo, es que el nombre de Mackenzie Golf uno lo asocia al ídolo dentro de la cancha, pero no a la empresa de superproducción de mega eventos que ahora es. Se lo comenté a un cabro que vive al final de la cuadra y que se dedica a la publicidad. Él está encargado de instalar los letreros publicitarios de las carreteras y me dijo que algo así como que “Rubios de Verano Golf”, o algo parecido, sería un buen nombre de productora y que cuenta con un potencial viralizable tremendo para ellos en redes sociales. Le dejo la asesoría como idea y no se preocupe, partner, no hay honorarios de por medio.
Por último, me referiré a los álbitros, que también andan pituteando en los campeonatos de golf. Mi opinión personal propia es que son moneas bien invertidas por los organizadores, porque hacen que la cancha ande más rápida, por ejemplo, chicoteando a unos jugadores que yo no sé de verdad qué crestas andan haciendo en un abierto de golf (leer columna del Sombryson en este mismo pasquín). Además, los álbitros son cabros que se han preparado haciéndole a los cursos de reglas de los gringos y británicos, y dominan el reglamento del golf como el Tiger Woods lo hace con la pelota. Lo invito a comportarse con ellos, le recuerdo que este es un deporte de caballeros.
Dado lo complejo de la pega del álbitro, sugiero una medida que está orientada a mejorar los tiempos de juego y facilitar el entendimiento entre partners. Cuando un jugador requiera ruling (como dicen los siúticos), el álbitro se debe apersonarse en el sitio de los hechos con dos latas de pílsener -una para él y otra para el jugador- y arreglará el asunto de la mejor manera posible mientras sacian su sed ambas partes. Porque como usted sabe, partner, con una pílsener todo se soluciona.
Así es como hay harto partner trabajando en el golf y llevando los porotos al hogar. Bien merecidos los pesitos que se ganan, porque lo hacen de manera muy profesional. Ya pronto le contaré sobre mis partners los caddies, pizarreros y la gallada de las pasadas, entre otros. Para ellos se le dedica una columna especial.
Su servidor,
Don Menac.